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6 del adjunto con la marca A, al primer protocolo de 30 de Mayo, firmado por S. E. y el abajo firmado, quien tiene el honor de reiterar á S. E. la seguridad de su más alta y distinguida consideración.

Guillermo Pitt Adams.

A S. E, el señor don José Gregorio Paz-Soldan,

Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.

Lima, 23 de Junio de 1845.

El infrascrito, Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, tiene el honor de contestar la comunicación que en 12 del corriente se sirvió dirigirle el señor Encargado de Negocios y Cónsul General de S. M. B. asegurándole que las notas relativas á los daños que ha sufrido el Perú, y á que alude el párrafo 6o del adjunto con la marca A, al primer protocolo del 30 de Mayo, firmado por el infrascrito y el señor Encargado de Negocios, son las siguientes:

La que en 4 de Setiembre del año próximo pasado dirigió en Arequipa el señor Secretario General de la Suprema Junta de Gobierno provisorio del Perú, don Manuel Mariano Basagoitia, al señor Encargado de Negocios de S. M. B.

La que en 11 del propio mes pasó el mismo señor Secretario General á los señores Encargado de Negocios de S. M. B. en el Perú y Contra-Almirante Comandante en Jefe de las fuerzas navales británicas en el Pacífico.

La que los Comisionados de la referida Suprema Junta, doctor don Mariano José Sanz y Coronel don Francisco G. del Barco. dirigieron en Islay, á 22 del mismo Setiembre, á los mencionados señores Encargado de Negocios y Contra-Almirante. Y todos los antecedentes á que se refieren las citadas notas.

El infrascrito se complace, con este motivo, en ofrecer nuevamente al señor Pitt Adams la seguridad de distinguida consideración y aprecio.

José Gregorio Paz-Soldán.

Al señor Encargado de Negocios y Cónsul de S. M. B.

Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.

Lima, á 19 de Junio de 1845.

Prevengo á US., de orden de S. E., que don Hugo Wilson no debe pasar de Arica para Tacna, y que en caso que lo intentare, debe ordenársele por US. que regrese á Arica inmediatamente. Para ello debe US. emplear las medidas necesarias, y hacer entender á Wilson que el Gobierno de la Nación no será responsable de cualquier daño que pneda sobrevenirle por parte del pueblo. Hoy he hecho esta misma declaración al señor Encargado de Negocios de S. M. B., y la ha admitido.

Bajo de estos principios debe US. arreglar su conducta, y tengo el honor de decírselo á nombre de S. E.

Dios guarde á. US.

José Gregorio Paz-Soldán.

Al Señor General D. Miguel Medina.

Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.

Lima, Julio 3 de 1845.

Señor:

Con arreglo á la conferencia verbal que tuvo el infrascrito en 19 del mes próximo pasado con el señor Encargado de Negocios de S. M. B., dió órden al señor General Medina, que salió al día siguiente en comisión al Sur, para que hiciese entender á don Hugo Wilson que no debía pasar de Arica á Tacna, y que en caso de hacerlo, el Gobierno no sería responsable de los daños que pudiesen sobrevenirle. Mas, no obstante que el expresado señor General trascribió esta orden á la Prefectura de Moquegua, la cual dió sus disposiciones para que tuviese el debido cumplimiento, el señor Wilson las ha menospreciado, marchando á Tacna el 25 del propio mes, después de haber recibido también la nota que, para el mismo objeto, según entiende el infrascrito, le dirigió el señor Encargado de Negocios, y que le fué en

tregada por un ayudante de aquel General, quien ha hecho presente todo esto al Gobierno.

La medida de separar de Tacna al señor Wilson ha sido bien acogida y aún aplaudida por la generalidad de la población, y presentarse en ella en tales circunstancias, importa lo mismo que ir á provocar una escena desagradable que se ha querido evitar, previniéndole se separe de un pueblo que le aborrece.

Para que en ningún tiempo se quiera hacer responsable al Perú de las consecuencias que la imprudente conducta del señor Wilson pudiera producir contra su persona ó propiedades, el in. frascrito se ve en la necesidad de recordar al señor Encargad-de Negocios y Cónsul General lo pedido y declarado en la cono ferencia verbal de que ha hecho mérito al principio de esta

nota.

El infrascrito, tiene el honor de reiterar, con este motivo, al señor Pitt Adams, las consideraciones de distinguido aprecio con que es su muy atento servidor.

José Gregorio Paz-Soldán.

Al Señor Encargado de Negocios y Cónsul General de S. M. B

Legación Británica.

Lima, Julio 5 de 1845.

El abajo firmado, Encargado de Negocios de S. M. B., tiene la honra de acusar recibo de la nota que S. E. el señor don José Gregorio Paz-Soldán se ha servido dirigirle el 3 del corriente, tocante al regreso, desde Arica á Tacna, del Cónsul Wilson el 25 de Junio y las medidas que el Gobierno peruano ha adoptado sobre el asunto.

El infrascrito no ha recibido todavía la explicación que el señor Wilson tenga que hacer de su comportamiento referente al hecho de desatender las órdenes que esta Legación le trasmitió, en consonancia con lo que se estipuló en la conferencia, á que se remite S. E. el señor Paz-Soldán; pero, á la mayor brevedad se presentará al Gobierno de S. M. toda la correspondencia, juntamente con la nota á la que ahora contesta el infrascrito; en el

interin, tiene el honor de renovar á S. E. la seguridad de su más alta y distinguida consideración.

Guillermo Pitt Adams.

A S. E. el Señor D. José Gregorio Paz-Soldán etc.

Arequipa, Setiembre 11 de 1845.

Señor Ministro;

En el número 15 de «El Peruano» he visto la nota que, con fecha 23 de Mayo, dirigió á US. el señor Encargado de Negocios de S. M. B. haciendo diferentes acusaciones á los funcionarios de la República. (1) Entre las que se refieren á mí, como Gobernador del puerto de Arica, dice: «Que confiado imprudentemente el señor Murffi en recado amistoso del señor Gobernador, fué inmediatamente arrestado y hecho salir á Tacna bajo la escolta de cuatro soldados.» Permítame US. señor Ministro, asegurarle que es falso cuanto hayan expuesto al señor Encargado de Negocios en el particular, para prestarle fundamentos en que apoyar su reclamo. Yo me limité á poner en conocimiento de Murffi la orden que tenía para su marcha fuera del Departamento, y excusándose éste cumplirla, exigió el mismo que se empleara la fuerza y que se le remitiera escoltado. Por pedimento suyo fué que marcharon cuatro hombres en su compañía, como consta del sumario que, desde entonces, conociendo la maligna intención de este procedimiento, mandé levantar, y que conservándolo en mi poder me cabe ahora la satisfacción de acompañarlo á US. original.

Asimismo diré á US., bajo mi palabra de honor, y con la protesta de probarlo con todo el vecindario de Arica, que cuando los Murffi regresaron á tierra después de haber comunicado con la Yungai, no fueron arrestados, como lo afirma el señor Encargado de Negocios, sin embargo de que merecían serlo, puesto que siendo notoriamente enemigos de la causa constitucional y sin permiso de la Gobernación, fueron á comunicarse con los bloqueadores-sólo los obligué á marchar á Tacna, porque su conducta hostil en todo sentido á la causa que yo defendía y su violación de la neutralidad me daban ese derecho. Ellos propagaban noticias siempre alarmantes y servían de conducto de co(1) Véase la página 340.

municación con los bloqueadores, y no omitiendo de fomentar la guerra civil para sacar á favor de ella las ventajas que han obtenido en sus especulaciones mercantiles.

Tampoco omitiré desvanecer la otra acusación que contiene la nota que, en 26 de Mayo, dirigió á US. el mismo representante británico, en que afirma que rompí las hostilidades preparándome para el combate. (1) Lejos de haber disparado un solo tiro de cañón con el que pude muy bien haber causado mucho daño al vapor «Cormorant,» retiré las piezas que tenía colocadas en la trinchera, y las trasladé fuera del pueblo para alejar todo pretexto que pudiera servir de fundamento al bombardeo que hizo á la población mucho tiempo después de haber desarmado la

batería.

Hechos son éstos, señor Ministro, de que es testigo todo el vecindario de Arica, y que, en caso necesario, se podrán justificar, si US. tiene á bien ordenarlo.

Disfruto con este motivo la honra de suscribirme de US. su atento, seguro servidor.

Señor Ministro.

José Arancibia.

Al señor Ministro de Estado en el Despacho de Relaciones Exteriores.

Señor General:

Arequipa, Setiembre 10 de 1845.

Para remitir al señor Ministro de Relaciones Exteriores el ad junto expediente y desvanecer acusaciones que se me hacen por el señor Cónsul General de S. M. B., se dignará US. ordenar que por el escribano público de Gobierno se saque una copia del re ferido expediente y se archive en su oficio, devolviéndome el original para que marche en el presente vapor.

Dios guarde á US.

Señor General.

José Arancibia.

Al Beneruérito Señor General Prefecto y Jefe de Armas del Departamento.

(1) Véase la página 369.

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