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REPUBLICA DE COLOMBIA.

Ejército Libertador - Comandancia General de la Division del Sur.

Sr. Ministro de Guerra del Perú, General de Brigada D. Tomás Guido.

S. M.

La premura del tiempo no me permite hacer una declaracion formal, ni las explicaciones necesarias á la comunicacion de US. de 24 de Enero sobre los sucesos de Guayaquil en Diciembre, que por urbanidad y moderacion tuve la honra de participar á ese Ministerio; pero lo reser varé para otra oportunidad, y en tanto pienso que es del interés de los Gobiernos limítrofes impedir las disensiones de aquella provincia, que siendo el complemento natural del territorio de Colombia, pone al Gobierno en el caso de no permitir jamas se corte de nuestro seno una parte por pretensiones infundadas. Tal consentimiento sería un ejemplo de disolucion social para la República, y para los países limítrofes, en que este ejemplo fatal iba cundiendo el año anterior, si el Gobierno de ese Estado no hubiese tenido la sábia energía de cortarlo.

Persuadidos de los nobles sentimientos del Gobierno del Perú, nos prometemos que empleará su poderoso influjo para ayudarnos á conciliar los partidos que agitan á Guayaquil, concentrar las opiniones y restablecer el órden, que desea la parte sana de la provincia, para evitar todo ejemplo de disolucion social que turbase nuestra tranquilidad.

Dios guarde á US. muchos años.

ANTONIO JOSÉ DE SUCRE.

Cuartel general en Cuenca á 25 de Febrero de 1822.

Al Libertador de Colombia.

Excmo. Sr:

Lima, Marzo 3 de 1822.

Por las comunicaciones que en copia me ha dirigido el Gobierno de Guayaquil, tengo el sentimiento de ver la séria intimacion que le ha hecho V. E. para que aquella provincia se agregue al territorio de Colombia. (1) Siempre he creido que en tan delicado negocio el voto expontáneo de Guayaquil sería el principio que fijase la conducta de los Estados limítrofes, á ninguno de los cuales compete prevenir por la fuerza la deliberacion de los pueblos. Tan sagrado ha sido para mí este deber, que desde la primera vez que mandé mis Diputados cerca de aquel Gobierno, me' abstuve de influír en lo que no tenía una relacion esencial con el objeto de la guerra del Continente. Si V. E. me permite hablarle en un lenguaje digno de la exaltacion de su nombre, y análogo á mis sentimientos, osaré decirle, que no es nuestro destino emplear la espada para otro fin que no sea el de confirmar el derecho que hemos adquirido en los combates para ser aclamados por libertadores de nuestra patria. Dejemos que Guayaquil consulte su destino y medite sus intereses para agregarse libremente á la seccion que le convenga, porque tampoco puede quedar aislado sin perjuicio de ambos. Yo no puedo ni quiero dejar de esperar que el día en que se realice nuestra entrevista, el primer abrazo que nos demos transigirá cuantas dificultades existan y será la garantía de la union que ligue á ambos Estados, sin que haya obstáculo que no se remueva definitivamente. Entre tanto, ruego á V. E. se persuada que la gloria de Colombia y la del Perú son un solo objeto para mí, y que apenas concluya la campaña, en que el enemigo va á hacer el último experimento, reuniendo todas sus fuerzas, volaré á encontrar á V. E. y á sellar nuestra gloria que en gran parte ya no depende sino de nosotros mismos.

Acepte V. E. los sentimientos de admiracion y aprecio con que soy de V. E. su atento y obediente servidor.

JOSÉ DE SAN MARTIN.

(1) Véase los oficios insertos en las páginas 58 á 60 y 61.

Lima, Marzo 3 de 1822.

Al Señor General de Division D. José La Mar

Señor:

Por las comunicaciones del Libertador de Colombia á ese Gobierno, que en copia se remitieron á S. E. el Protector, no queda duda del plan abierto de hostilidades adoptado contra ese país y del compromiso en que queda el Gobierno del Perú con el de aquella República. Aunque es muy notable que en tan difíciles circunstancias el Gobierno de Guayaquil espere en una actitud pasiva el desenlace de las operaciones del Libertador, sin embargo prevengo á US. que siempre que el Gobierno de acuerdo con la mayoría de los habitantes de esa provincia, solicitasen sinceramente la protecciou de las armas del Perú, por ser su voluntad el conservar la independencia de Colombia, en tal caso emplee US. todas las fuerzas que están puestas á sus órdenes en apoyo de la expontánea deliberacion del pueblo. Pero si por el contrario el Gobierno de Guayaquil y la generalidad de los habitantes de la provincia pronunciasen su opinion á favor de las miras de Colombia, sin demora vendrá US. al Departamento de Trujillo á tomar el mando general de la costa del Norte, reunir la Division del coronel Santa Cruz en Piura, aumentar hasta donde alcancen los recursos del territorio, y obrar segun lo exija la seguridad del Departamento de Trujillo. Como no es posible preveer las diferentes combinaciones que allí se presenten, el Gobierno deja al arbitrio de US. obrar segun ellas, pues sabe hasta qué grado debe confiar en el delicado celo y conocimiento de US.

Tengo el honor de comunicarlo á US. para su inteligencia.

BERNARDO MONTEAGUDO.

Lima, Marzo 12 de 1822.

Al Libertador de Colombia.

Excmo. Sr:

Grandes son los objetos de la última comunicacion oficial que he recibido de V. E. datada en Bogotá á 14 de Noviembre último. La provincia de Guayaquil estaba entonces inmediatamente amenazada: V. E. lo supo, y resolvió ponerse en mar

cha con un ejército para asegurarla, mientras otra Division salía á ocupar el Istmo de Panamá.

Los últimos sucesos del Imperio Mejicano han fijado al mismo tiempo la atencion de V. E. por lá necesidad que indican de terminar la expulsion de todos los españoles del Continente, estrechándonos para arrostrar á los nuevos enemigos que se presenten. Yo no dudo que la union de Colombia y del Perú frustrará los consejos del Gabinete español, siempre que sean contrarios á los intereses de América.

El tratado de 24 de Setiembre que V. E. incluye, lleva en sí el gérmen de las dificultades que ofrecerá su aprobacion al otro lado del Atlántico, pero, sea de esto lo que fuese, yo juzgo que el ejército trigarante abrigará en su corazon el sentimiento de todos los que defienden igual causa. Sin embargo es justo preveer cuantos males pueden esconderse en las sombras del porvenir, y convengo con V. E. en que debemos participar las operaciones de la guerra, para que no quede un solo hombre que jima en la opresion desde el Ecuador hasta el tráfico del Sur.

El tratado del 15 del pasado celebrado en Guayaquil con el Comandante de la Division que formaban las fragatas "Prueba" y "Venganza y de que supongo á V. E. instruido, (1) pone al Perú en actitud de poder con mas ventaja sostener los intereses generales, y dar á nuestra union en todas circunstancias un carácter muy imponente á los ojos de los enemigos exterio

res.

La necesidad que por ahora tengo del bravo batallon de Numancia para la campañía que está próxima á abrirse, me obliga á rogar á V. E., con nuevo encarecimiento, permita que por ahora continúe haciendo aquí sus servicios hasta que coronado en breve de nuevos laureles, pueda regresar al seno de Colombia.

Yo mandaría á V. E. en su lugar algun otro cuerpo del ejército, si no considerase que la Division que puse á las órdenes del General Sucre, á quien se unió en 9 de Febrero en el punto de Saraguro llena el objeto de V. E. en cuanto á la seguri. dad de Guayaquil. Si no obstante, fuese preciso mandar nas tropas, haré un esfuerzo proporcionado á las necesidades.

Por último, repito á V. E. lo que en tres del que rije tuve la honra de protestarle, y es, que nada ansio tanto como ver al Libertador de Colombia y admirar de cerca al General de Bolivar. (2) Yo espero conseguirlo en breve.

Tengo el honor etc.

(1) Véase España.
(2) Véase la página 63.

TOMO III.

JOSÉ DE SAN MARTIN.

9

Lima, Marzo 13 de 1822.

Señor Presidente de la Junta Gubernativa de Guayaquil.

Señor :

La comunicacion de US. de 22 de Febrero anterior y la conducta que ha observado dicha Junta en la delicada y ventajosa negociacion de las fragatas "Prueba" Prueba" y "Venganza" y corbeta" Alejandro", manifiestan bien el interés con que ha influido decididamente el Gobierno de Guayaquil á favor del Estado del Perú, estrechando,mas y mas sus íntimas relaciones, y comprometiendo para siempre su amistad y recíprocos oficios. La marcha del Perú con respecto á esa provincia no tendrá otro norte que la felicidad de ésta y el libre ejercicio de los derechos, sin que omita medio que esté á su alcance para conseguirlo. En lo demas, este Gobierno tendrá siempre en consideracion el esmero con que el Agente Diplomático ha procedido en la negociacion de las fragatas, el vivo interés que ha tomado en ella el General La Mar, y los servicios que ha prestado con tal motivo D. Manuel del Burgo.

Tengo el honor etc.

BERNARDO MONTEAGUDO.

Al Excmo. Sr. Presidente del Gobierno de Guayaquil.

Lima, Marzo 23 de 1822.

Excmo. Señor :

Las sérias intimaciones que en oficios de 9 y 18 de Enero último, ha hecho el Libertador á ese Gobierno, (1) no dejan duda de la agresion que medita contra una provincia que logró su independencia sin auxilio extraño, y que juró sostenerla, manifestando francamente sus votos por medio del colegio electoral que procedió á la instalacion de un Gobierno. Sin embargo de esto, y de lo que V. E. se sirvió contestar al Protector del Perú en nota del 29 del Julio del año pasado que acompañó

(1) Véase las páginas 58 á 60 y 61.

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