CAPÍTULO QUINCUAGÉSIMO SÉPTIMO.

SUMARIO,

Las novedades de Venezuela conmueven los departamentos del sur. -Acta de Guayaquil del 6 de Julio.-Llega á esta ciudad el coronel Tomas C. Mosquera.-Toma posesion de su destino prévias explicaciones. Acta de la municipalidad de Quito.-Envía ésta comisionados cerca del Libertador.-Instrucciones reservadas que les da. Sucesos en Cuenca. · Discordia entre las autoridades civiles y militares.-Flóres, T. C. Mosquera, Valdés, Carreño y Valero abogan por la monarquía.-Todos piden reformas.-Contestacion del Libertador á la municipalidad de Guayaquil.Llegada de Demarquet y Guzman á esa ciudad.-Cartas del Libertador á los generales Briceño Méndez, Santander y Páez. -Acertado juicio del Libertador sobre los acontecimientos de Venezuela áun ántes de conocer su extension.-Carta del Libertador á Santander.-Manda en comision á O'Leary cerca del general Páez.-Se aprehende en Lima al impostor Bermúdez.-Recibe el Libertador por fin noticias de Venezuela.-Silencio inexcusable del general Santander.-El Libertador despacha á Guzman para Venezuela con cartas é instrucciones.-Carta circular que İleva Guzman á Colombia.- Cartas del Libertader á los generales Briceño Méndez y Páez.-Resuelve el Libertador regresar á Colombia.

DADO

ADO el grito de insurreccion en el norte de la república, su eco resonó en la extremidad opuesta, y su maléfico influjo se extendió por todas partes. Hemos visto en otro capítulo la falta de armonía entre las leyes emanadas de los congresos y las necesidades de los departamentos me. ridionales de Colombia, en la triste condicion á que éstos se hallaban reducidos. La quiebra de Goldschmidt, y la consiguien

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te protesta de las letras giradas por el gobierno, que se compraron en Guayaquil, dieron un golpe mortal al comercio de aquella plaza. A la noticia de esta desgracia siguió en breve la del movimiento de Venezuela, que llegó á principios de Julio, y desde luego se notó la inquietud que es infalible precursora de una evolucion popular. El dia 6 se reunió la municipalidad y acordó una acta, manifestando profundo sentimiento por los sucesos de Venezuela, su adhesion á la ley, sus esperanzas de que el Libertador "cortase la marcha desorganizadora de unos pueblos cuyas garantías estaban en sus manos" y su opinion de que la época para reformar la constitucion habia llegado; acta á que prestaron su aprobacion los vecinos, que en número considerable asistieron á la sesion. Mas ella no fué sino la señal de alarma para las facciones que abrigaba Guayaquil en su seno, y sobre todo los federalistas creyeron llegado el momento de adelantar resuelta. mente sus pretensiones.

En la tarde del 9 arribó á la ciudad el teniente coronel Tomás Cipriano Mosquera, nombrado por el gobierno intendente del departamento, quien fué recibido con gritos de 66 muera el congreso y viva la federacion." Toda esa noche el pueblo estuvo agitado y las tropas sobre las armas. Al dia siguiente se repitió la alarma y la municipalidad se reunió extraordinariamente con el objeto de proclamar la federacion y de decretar la continuacion en sus destinos de las actuales autoridades, por haberse difundido la especie de que Mosquera se oponia á las reformas que se reclamaban, y que era ciego instrumento del gobierno nacional, de quien era agente. Esta faé una intriga del general Juan Paz del Castillo, encargado de la intendencia, para conservarse en el mando. Concurrió Mos. quera á la sesion, siguieron explicaciones y se le reconoció, como el gobierno habia mandado, despues de exigírsele que se declarase en favor de la federacion. Estas conmociones se paralizaron con la llegada de un individuo, anunciando que el Libertador debia salir el 12 de Julio del Callao para Guayaquil; y á pesar de las tentativas de algunos facciosos para trastornar el órden público por medio de un impreso subversivo,

establecióse tácitamente una tregua entre monarquistas, fede. ralistas, centralistas é independientes, que eran los partidos que dividian la ciudad.

Apénas se supo en Quito el acontecimiento del 30 de Abril en Valencia y la agitacion y demás consecuencias que habia producido en Guayaquil, el pueblo, que nada deseaba más que una oportunidad para pronunciarse contra las leyes que veia como causa de su atraso, se aprovechó de ésta con acaloramiento. La municipalidad se reunió inmediatamente é invitó al intendente Murgueytio á la sesion extraordinaria, á que debian tambien concurrir muchos ciudadanos respeta. bles. Discutióse en ella la situacion "peligrosa en que se hallaba el país, amenazado por enemigos exteriores y disensiones domésticas, "" y se emitió el dictámen de "hallarse en aptitud de establecer las reformas legales que pareciesen convenientes," y se propuso que, sometiéndose desde luego el pue blo de Quito á la voluntad del Libertador, se resolviera en el ínterin "haber cesado el sistema presente de contribuciones directas que consideraban gravoso, y que se sustituyese el antiguo de hacienda del gobierno español." Aunque la gran mayoría de la asamblea protestó su adhesion á esta medida, el intendente, despues de muchas reflexiones en que bizo ver que semejante paso romperia los vínculos de la unidad social, y era además una ofensa al Libertador, logró impedir que se adoptase la resolucion y que se limitase el acta á la expresion de su conformidad con la de Guayaquil. Determinóse tambien enviar á los coroneles Aguirre y Payares cerca del Libertador, para expresarle los votos de la asamblea, "consiguándose respetuosamente en manos del hombre de su corazon, del hombre que presidia los destinos del continente americano y que poseia todos las medios de elevarla al colmo de la dicha."

No satisfecha, sin embargo, la municipalidad de Quito con el acta que habia suscrito, elevó al Libertador un acuerdo reservado. Este documento es de suma importancia; manifiesta el estado de miseria á que habia reducido el país la adopcion prematura de un sistema para el cual el pueblo no estaba pre

parado, la ilimitada confianza de ese mismo pueblo en Bolívar, y la oportunidad que le brindaba para dar una nueva prueba de desprendimiento "en resistir constantemente á los halagos de una corona, bien sea presentada por la mano de un poderoso › ó al frente de la fuerza armada, ó de los inermes órganos del pueblo."

"Instrucciones reservadas que la municipalidad de Quito da á los comisionados para que puedan expresar á S. E. el Libertador presidente los sentimientos que animan al pueblo que repre

sentan.

Consideraciones.

"1 Casi no se cuenta un ciudadano satisfecho de las leyes que ha producido la legislatura, porque las más de ellas son prohibitivas y depresorias. El sistema de hacienda es la calamidad del Ecuador, y la ley orgánica del poder judicial es el espantajo de los litigantes y ministros.

Como las rentas nada producen, las listas civil y militar no están cubiertas hace más de cinco meses; de donde se sigue que la tropa comete hurtos de rapiña que exasperan los pueblos, á tiempo que se teme de los empleados la prostitucion de sus deberes.

"3 Las contribuciones que se cobran (malamente calculadas) no sólo reciben las maldiciones de los pueblos, sino que hay hombres resignados á morir ántes que pagarlas. Hay veces que las exacciones se hacen con una violencia tan obstinada que parecen arrebatos de tropas en pueblos subyugados por la fuerza.

"4 La única esperanza de riqueza que cuenta el Ecuador es su industria fabril; pero ya ha perdido hasta este único consuelo, porque sus pedimentos y reclamos no han tenido efecto. Es notorio que la agricultura del Ecuador no produce artículos de circulacion ó cambio y que fuera de sus obrajes no cuenta con ningun otro elemento de riqueza. Ya se ha empezado á notar que es muy poca la moneda que circula, y en breve desaparecerá enteramente.

"5 El suceso de Venezuela, el acuerdo de Guayaquil, y las noticias de una expedicion á la Habana han sido los motivos poderosos para pensar en un cambio político que concilíe á la vez nuestro régimen interior y escude la seguridad exterior. Por tanto se resuelve con toda voluntad :

"10 Que S. E. el Libertador presidente de Colombia se

sea

perpetúe en el gobierno supremo, bien vitalicio, ó como sea de su superior agrado.

como presidente

"20 Que si no se ha estampado en el acta esta decision es porque no se cuenta todavía con el consentimiento de S. E. y no porque haya oposicion.

"3 Que la voluntad general está ya consultada y no se halla en ella el más pequeño embarazo.

4° Que estos son puramente los deseos del Ecuador, pero que S. E. deliberará con más acierto lo que crea conveniente para la salvacion y felicidad de estos pueblos.

"5 Si las ideas del señor Libertador fuesen contrarias á estos sentimientos, no por eso dejamos de someternos á sus disposiciones; pero siempre haciéndole presente la situacion. lamentable de este departamento que està reducido á la mendicidad por la influencia de las leyes.

"Quito, Julio 19 de 1826.-16:

"Manuel Zambrano.-Bartolomé Donoso. Manuel López y Escobar.-Miguel Maldonado y Leon.-José Miguel González.Manuel Carrion.-Olemente Ponce.-Ignacio Veintimilla.-José Valdivieso.-Pedro Manuel Quiñones, secretario."

Este documento expresivo se acompañó con un oficio en que se repetian los mismos votos y que termina con estas palabras : "Debemos á V. E. inmensos bienes, libertad, patria y gloria; pero nos atrevemos á exigir más del hombre que no demanda recompensas: un gobierno estable y un reposo firme que no puedan destruir ni el tiempo ni las revoluciones."

El tercer departamento del sur sufrió el mismo sacudimiento que los otros con las novedades de Venezuela y las agita. ciones de Quito y Guayaquil. El dia 30 de Julio algunos facciosos se pasearon por las calles de Cuenca victoreando la federacion y execrando la constitucion actual. El intendente, general Ignacio Tórres, pidió auxilio al general Jesus Barreto, jefe militar, y éste, negándose á darlo pidió á su turno un cabildo abierto. La discordia entre las dos autoridades amenazaba disensiones que se evitaron por la mediacion de la municipalidad, que tambien solicitó permiso para reunirse extraordinariamente, á lo que accedió el intendente. Al siguiente dia se reunió en efecto y adhiriéndose al voto de los demás departamentos é invocando el nombre de Bolívar, que era para