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CAPÍTULO PRIMERO

GOBIERNO

DEL BRIGADIER DON MARIANO OSORIO:
MEDIDAS REPRESIVAS PARA ASENTAR

LA DOMINACION REALISTA

(OCTUBRE DE 1814 A MARZO DE 1815)

1. La restauracion de Fernando VII en el trono de España, favorece la reconquista de las colonias sublevadas de América.-2. Los primeros actos del gobierno de Osorio parecen dirijidos a evitar las persecuciones consiguientes a la reconquista. -3. Rápida campaña del coronel Elorreaga para someter los distritos del norte. -4. Creacion de los tribunales de vindicacion. —5. Prision de numerosos patriotas, i envío de muchos de ellos al presidio de Juan Fernandez.-6. Publicacion de la Gaceta de gobierno para sostener la causa del rei.--7. Reaccion contra las institu ciones creadas por los patriotas: revocacion de las leyes dictadas por éstos.— 8. Asesinatos perpetrados en la cárcel de Santiago para aterrorizar a los patriotas. ---9. Instalacion de la real audiencia i recibimiento de Osorio en el puesto de gobernador i capitan jeneral interino del reino.-10. Confianza de los realistas en la consistencia de la situacion creada por la reconquista: resuelven la corporaciones enviar una comision encargada de pedir al rei el indulto de los patriotas.

1. La restauracion

de Fernando VII

paña, favorece la
reconquista de las
colonias subleva-

1. Los errores cometidos por los mismos revcluen el trono de Es- cionarios, la imprevision i la inesperiencia de algunos de sus jefes, la falta de tino i de concierto en la direccion superior de las operaciones militares, habian facilitado la reconquista de Chile por las armas españolas en octubre de 1814. Pero el triunfo de la reaccion tenia otras causas ménos inmediatas, sin duda, pero no ménos eficaces. Esas causas eran el reflejo de los grandes acontecimientos de Europa.

das de América.

A mediados de 1813 podia considerarse como inevitable la espulsion definitiva de los ejércitos franceses que se habian enseñoreado de la España desde cinco años atras. Hasta los observadores ménos sagaces no podian dejar de comprender que la ruina de la nueva monarquía implantada por los invasores, i el restablecimiento de los reyes de la casa de Borbon, eran hechos cuya realizacion no habia de tardar muchos meses. Estos cambios trascendentales en los negocios de Europa, necesariamente debian tener una 'grande influencia en los acontecimientos de América; i por eso, al paso que los sostenedores del antiguo rejimen en estos países cobraban mayor aliento esperando auxilios i refuerzos que les permitiesen dominar la insurreccion de las colonias, el partido. revolucionario comenzó a perder su confianza en el triunfo.

La restauracion de Fernando VII pactada con Napoleon a fines de ese mismo año i llevada a cabo a principios del siguiente, vino a confirmar en América las esperanzas de los unos i los recelos de los otros. Anuncióse luego que en España se preparaban formidables cuerpos de tropas para restablecer en las colonias la antigua tranquilidad; que esas tropas contaban con recursos de todo órden, i que ademas, las grandes potencias europeas, casi desembarazadas de Napoleon, cuyo imperio estaba próximo a desplomarse, se preparaban a socorrer a la metrópoli con cuantos auxilios pudiera necesitar. Hasta algunos de los mas animosos entre los revolucionarios, i de aquellos que habian abrigado mas fe en la causa que defendian, comprendieron la gravedad de la situacion que les creaban esos acontecimientos. Si no se sintieron vacilar en sus convicciones, creyeron al menos que era necesario someterse á las circunstancias, celebrar de un modo u otro armisticios con el enemigo, o recurrir a cualquier arbitrio que les permitiese ganar tiempo para retemplar los ánimos quebrantados, i reforzar el poder de la revolucion. "Vienen refuerzos a Lima, escribia en esa ocasion Mackenna en una carta que hemos citado en otra parte. España está libre de franceses, como tambien la Holanda. Eonaparte, derrotado, está ceñido a la antigua Irancia. Amigo mio, es menester obrar segun las circunstancias, i mayormente en vista de la ninguna proteccion que nos dispensa la Inglaterra (1). En consecuencia, Mackenna aconsejaba a O'Higgins que acep tase el proyecto de celebrar un tratado con el enemigo.

No tardaron, en efecto, en salir de España refuerzos considerables

(1) Carta de Mackenna a O'Higgins, escrita en Santiago el 19 de abril de 1814, estractada por nosotros en la nota 49 del capítulo 21 de la parte VI de esta Historia.

para engrosar las tropas que combatian la insurreccion en las provincias de América. Creiase que esos refuerzos eran suficientes para dominarla por completo (2). Sin embargo, mas que el poder material de esos ejércitos, sirvió por el momento á la metrópoli el poder moral de su antiguo prestijio, la creencia casi jeneral en estas colonias de que la monarquía había recobrado su pasado esplendor, i de que la lucha contra ella era una insensata temeridad. La revolucion americana, casi siempre triunfante en su primer impulso, comenzó a sufrir uno tras otros desde 1814 desastres tremendos. Dos años mas tarde, en 1816, el gobierno antiguo estaba restablecido en casi todas estas colonias. Solo en una porcion del virreinato de Buenos Aires se sostenia el gobierno patrio con no pocos embarazos, i rodeado de peligros i de amenazas. "El sometimiento completo de las Américas i el afianzamiento definitivo de la tranquilidad tradicional en esos dominios, decia en esa época el gobierno español, será la obra de algunos meses.

El rei i sus consejeros se engañaban lastimosamente. La revolucion. hispano-americana tenia causas mas profundas que las que le atribuian los antiguos dominadores; i en consecuencia, la reconquista operada en esos años, no podia dejar de ser pasajera. El restablecimiento del

(2) Segun los documentos españoles, los refuerzos de tropas despachados de la metrópoli desde fines de 1813 hasta 1820 para someter las colonias sublevadas, se distribuyen en la forma siguiente:

En diciembre de 1813 con destino al Perú (rejimiento de Talavera).
Fn febrero de 1815, para Costa Firme, Venezuela i Nueva Granada (es-
pedicion de Morillo)

En el mismo año para Nueva España (espedicion de Miyares).

En el mismo año para Panamá.

En 1816 para el Perú i Panamá.

En id. para Panamá. . .

Puerto Rico i Cuba.

En id. para

En 1817 para Nueva España.

En id. para Costa Firme.

HOMPRES

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1.000

En id. para el Perú.

En mayo de 1818, para Chile (espedicion convoyada por la María
Isabel). .

10,600

2,030

481

1.097

125

2,000

1,600

3,000

1,000

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2,000

3,000

27,942

En este último año se habia reunido ademas en Cádiz un ejército considerable destinado a América, que se sublevó ántes de embarcarse, i fué el promotor de la revolucion constitucional de 1820.

gobierno antiguo en todo su vigor, léjos de servir para consolidarla, llevó a los espíritus que vacilaban hasta entónces, el convencimiento de que ese réjimen habia llegado a hacerse insostenible. Los castigos i las violencias con que la reaccion intentó reprimir las aspiraciones revolucionarias, no produjeron otro resultado que crear odios mas profundos, i que infundir en los ánimos esa exasperacion suprema que acude a las armas sin, contar al enemigo i sin sentirse trepidar ante ningun peligro. En vano la represion tomó los caractéres mas sombríos, revistiendo casi en todas las colonias la forma de venganzas sangrientas i desapiadadas. La guerra se hizo en muchas ocasiones de una manera atroz, sin dar cuartel a los vencidos. Las cárceles i presidios se llenaron de patriotas de todas edades i condiciones. Los secuestros, los embargos i las confiscaciones privaron de todos o de la mayor parte de sus bienes a numerosas familias que se habian adherido a la revolucion. El cadalso se levantó en todas partes i sacrificó centenares de víctimas. Este sistema de terror, en vez de dar consistencia a la reconquista, contribuyó poderosamente, como ya dijimos, a preparar su

ruina.

2. Los primeros actos del gobierno de Osorio parecen dirijidos a evitar las perse

cuciones consiguientes a la reconquista.

2. En Chile, la represion consiguiente a la reconquista, aunque marcada tambien con obstinadas persecuciones i con sangrientos horrores, fué, sin embargo, menos dura, en los principios sobre todo, que en las otras colonias. Si esto se debió en parte a que la revolucion de Chile, a pesar de las violencias consiguientes a los sacudimientos de este órden que hemos dado a conocer, habia sido en cierta manera moderada, i habia conseguido impedir en lo posible los horrores inútiles, es preciso tambien reconocer que en ello cabe algun honor al primer jefe de la reconquista.

Osorio, en efecto, no era un soldado cruel e inhumano, como algunos de los otros jefes españoles que hacian la guerra contra los insurjentes de América. Pasados el ardor del combate i la irritacion que le habia producido la resistencia de los patriotas en Rancagua, Osorio se mostró jeneralmente suave i bondadoso, dispuesto en lo posible a perdonar, o a lo ménos a hacer ménos dura la represion. Obligado en seguida a cumplir las instrucciones en que el virrei del Perú le mandaba castigar a los insurjentes de Chile, i rodeado ademas de consejeros que le recordaban el cumplimiento de ese deber, aquel jefe parecia dictar con pesar las medidas de rigor (3). Su proclama a las tropas en

(3) Osorio no tuvo embarazo para declararlo así en una ocasion solemne. En un

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