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THE NEW YORK PUBLIC LIBRARY.

ASTOR. LENOX AND TILDEN FOUNDATIONS.

cion o casa municipal, la universidad, en la que están el Museo nacional y el Ateneo; el Apartado nacional, 14 parroquias, 20 conventos de frailes, 21 de monjas, 19 capillas y 4 colegios de niñas. Tiene, ademas, 7 hospitales, de los que dos están destinados para locos; 1 casa de cuna, 1 hospicio, 1 casa de correccion de jóvenes delincuentes, 2 cárceles, 1 colegio de minas, 1 militar, 1 escuela de medicina, 1 seminario conciliar y 3 en que se cursan los estudios primarios, la Teología y el Derecho, tanto civil como canónico. Escuelas lancasterianas, 2 bibliotecas públicas, 3 paseos, 3 teatros, que aunque de pésima construccion, sirven para su objeto, pues solo podremos contar uno cuando esté concluido, el de la calle de Vergara, y multitud de establecimientos literarios particulares. De todos estos edificios y establecimientos, hablaremos en otro lugar estensamente.

México, una de las ciudades mayores del Nuevo-Mundo, es quizá la que con mas imperfeccion han descrito los viageros europeos, quienes á excepcion de Humbold que la describió tal cual la encontró en la época de su viage, no han hecho mas que corroborar las falsas aserciones de hombres que tal vez jamas habian espaciado sus miradas por el sorprendente valle de la antigua Tenochtitlan. Apoyados casi todos en las relaciones de los conquistadores, y en algunas poco posteriores à la conquista, han creido que México no habia cambiado de aspecto desde entonces á acá, y que todavía era por consiguiente una isleta que no estaba unida al continente, sino por unas angostas lenguas de tierra, dando esto lugar, á que no habiéndola visto jamas, dejasen correr libremente su imaginacion en sus descripciones. Es cierto que la antigua México estaba situada en varios islotes que rodeaban por todas partes los lagos de Texcoco y Chalco de que habla Cortés en su carta al emperador, de 10 de octubre de 1520 y los de Zumpango y Xalcotlan que segun observa Humbold, no conocia aun el conquistador, lagos que cubrian con sus aguas casi todo el valle; mas es cierto igualmente, como observa el mismo Humbold, que las aguas desde entonces iban ya retirandose poco a poco; movimiento natural, que auxiá liado del famoso desagüe, ha hecho que la orilla del lago de Texcoco, se encuentre hoy casi á dos leguas de distancia del límite de la ciudad. Hubo época tambien en que retiradas ya las aguas, penetraban no obstante en el interior canales que fueron cegados en tiempo del virey conde de Revillagigedo, de los que no que da hoy mas que el que viene de Iztapala

pan, y entra en la ciudad por detras del convento de la Merced. Mas siendo evidente que la actual México es del todo distinta de la antigua, echemos ahora una mirada rapidísima sobre su historia.

La ciudad de México, fué fundada por los mexicanos el año II Calli (1) de su era que equivale al año de 1325 de la era vulgar, segun la comparacion entre la cronología europea y la mexicana, inspirada á Clavigero por los trabajos de Sigüenza. Mas antes de proseguir daremos una idea de quiénes eran los mexicanos, de dónde procedian, y como llegaron á las lagunas. Los mexicanos venian de un lugar llamado Aztlan, cuya situacion mas probable, dejando por ahora á un lado la investigacion de su verdadera posicion era al Norte del golfo de Californias à distancia de cerca de 2700 millas de México, segun indica Betancour, á cuya opinion parece que se adhiere Clavigero, como mas probable que la de Bo

(1) Cuatro periodos, compuestos cada uno de ellos de 13 años, componian el siglo mexicano, el cual en su totalidad estaba formado por 52 años. El año mcxicano estaba dividido en diez y ocho meses, de los cuales cada uno se componia de 20 dias que dan para el año por total 360; mas como al fin del último mes añadian todos los años sus dias intercalares que ellos llamaban Nemontemi (dias inútiles, segun Clavigero, ó aciagos segun otros) resultaba que su año era igual al nuestro, pues tenia 765 dias. Los nombres radicales de sus años eran cuatro, Tochtli (conejo), Acatl (caña), Tecpa. tl (pedernal) y Calli (casa), los cuales se contaban de esta manera; primer año del siglo I Tochtli, segundo II

Acatl, tercero III Tecpatl, IV Calli, y volviendo á comenzar, V Tochtli hasta que este primer periodo acaba. ba con el XIII Tochtli, y el segundo periodo comenzaba con el I Acatl y concluia con el XIII Acatl; el ter cero con el I Tecpatl, y concluia con el XIII Tecpatl y el cuarto periodo último del siglo, comenzaba con el I Calli para acabar con el XIII Ca'li y para que el utro siglo volviese á comenzar con el I Tochti, de suerte que con cuatro nombres radicales y trece números se distinguian muy bien los años. El año primero del siglo comenzaba á contarse el 26 de febrero; mas como cada cuatro años se anticipaba un dia á causa del dia intercalar de nuestro bisiesto, resultaba que en los últi mos años del siglo, comenzaba el 14 de nuestro febrero. De aquí se infiere, que el II Calli (1325) año en que se fundó México, correspondia al año segundo del tercer periodo del siglo.

En otro lugar daremos luego una idea estensa de todo el calendario de los antiguos mexicanos, el cual es la mayor muestra que puedieron habernos dejado de su civilizacion, pues él nos prueba cuan superior era el grado de rectificacion de sus observaciones astrónomicas al de casi todas las naciones antiguas.

ni el viage larguísimo, con la espresion de los jugares que refiere Torquemada, pues ademas de ser muy difuso, no está muy bien probado, solo referiremos una circunstancia en que todos los autores están de acuerdo.

turini. Sin mencionar aquí ni las tradiciones, cual, comenzaron luego á levantar la ciudad, á la que llamaron Tenochtitlan (nopal que nace de una piedra) por el templo de su Dios Huitzilopochtli, que colocaron en el islote del centro que era el lugar que hoy ocupa la Catedral. Esto fué en el año de 1325, de suerte que pasaron desde su salida de Aztlan hasta la fundacion de México 165 años.

Vivian los Aztecas (nombre que les venia del lugar que habitaban) en Aztlan divididos en familias, de las que cada una tenia su nombre particular; y babia entre ellos un personage al que todos respetaban, llamado Huitziton, el cual habiendo oido un dia un ave que desde un árbol repetia la palabra Tihui que quiere decir ,,ya vamos" y de acuerdo con otro de los principales personages llamado Tecpaltzin, convinieron en sacar á su pueblo de aquel lugar, diciéndole que la voluntad de su Dios, espresada por el canto de aquel pájaro, era el que saliesen de allí, y caminasen hácia el Sur, has ta el lugar que él les indicase. Dieron crédito á sus palabras, y el primer año de su primer siglo, segun refiiere Torquemada, el cual equivale segun lo mas probable al año de 1160 de nuestra era, salieron de Aztlan, ancianos y jóvenes, mugeres y niños, fiados en la palabra de su Dios, y con la esperanza de mejorar su suerte. En su peregrinacion, se dividieron las familias por mandato de su Dios, y habiendo tomado ocho de ellas un rumbo distinto, solo los mexicas, que desde entonces tomaron el nombre de mexicanos, siguieron su camino, en el cual es probable que pasaron por Michoacán hasta llegar á Tula; y antes de llegar à este lugar se dividieron tambien ellos en dos bandos, de mexicanos y tlaltelolcos, que despues se conservaron un odio eterno. De Tula pasaron á Zumpango, de aquí á Tizayócan, de donde pasaron á Tepeyacac (villa de Guadalupe). De este lugar emprendieron el sitio de Chapoltepec colina porfirítica, situada al Noroeste de la ciudad actual, de donde pasaron à Acolco, lugar situado mas dentro de la laguna, donde sufrieron la mas espantosa miseria. En fin, por engaños del Señor de Colhuacan (hoy Coyoacan, situado al Sur de México á poca distancia de San Angel) pasaron á aquel lugar en donde vivieron en la mas afrentosa esclavitud, hasta que por inspiraciones de Huitzilopochtli, Dios que habian venerado durante su peregrinacion, se dirigieron mas hacia el Sur, en busca de un lugar en el que habian de encontrar, segun el oráculo, un nopal que naciese de una piedra y en el que estuviese parada un águila. Así lo encontraron á la mañana siguiente de su salida de Colhuacan, segun cuentan Torquemada y Gemelli, visto lo

Pobres al principio los mexicanos, y manteniéndose de la pesca, eligieron no obstante su gobierno, que al principio fué aristocrático, y solo despues de algun tiempo eligieron sus reyes; y á pesar de sus guerras continuas con los pueblos vecinos, y especialmente con los tlaltelolcos que se habian establecido en el punt o que hoy ocupa Santiago Tlaltelolco y todo el espacio que se estiende desde aquí hasta cerca de Tlalnepantla, comenzaron á edificar su ciudad, la que dividieron en cuatro cuarteles que llamaron Tecpan, ó Xochimilco, Atzacualco, Mayotla y Tlalquechincan, ó Cuepapan, que correspondian à nuestros barrios de S. Pablo, S. Sebastian, S. Juan y Santa Maria; tiraron las calles en los lugares de tierra firme de Oriente á Poniente y de Norte à Sur, y en las que entraban algunas canales fueron poco á po – co construyendo puentes de madera bastante anchos. En 1362 concluyó el gobierno aristocrático, y subió al trono su primer rey Acamapichtzin en cuyo tiempo pagaban tributo los mexicanos al Señor de Azcapozalco, quien no contento con lo que hasta allí le habian dado, les exigió que le llevasen un huerto flotante con todas las plantas del Anáhuac nacidas, de donde tuvieron orígen las chinampas que tanto han dado que decir despues à los europeos, y de las que hablaremos en otro lugar. Asi permaneció la ciudad durante sus cuatro primeros reyes, hasta que en tiempo de Mocteuczoma I, llamado Huehue viejoMocteuczoma, comenzó á ser conquistadora. En tiempo de Axayacatl, su sesto rey, se aumentó considerablemente, pues con la conquista de Tlaltelolco se pasó á allí el mercado que antes era en las inmediaciones del Templo, ese soberbio mercado de que habla Cortés admirado en una de sus cartas á Cárlos V. Este mismo rey comenzó á edificar el templo mayor, el gran templo de Huitzilopochtli, el cual no se concluyó sino hasta el reinado de Ahuitzotl, octavo rey de México, en cuyo tiembo adelantó mucho el embellecimiento de la ciudad. En fin, Mocteuczoma II, llamado Mocteuczoma Jocoyotzin (jóven), para distinguirlo del otro que era Huehue (viejo), llevó la ciudad al grado de esplendor en que la encontraron los conquistadores. Construyó templos,

palacios, puentes, canales, muros, y estendió de tal manera la ciudad, que era, segun Cortés en una de sus cartas al emperador, tan grande como Córdova, con un mercado (Tlaltelolco) dos veces mayor que el de Sevilla. Este fué el maximum de brillo á que llegó México, cuyo estandarte fué durante el imperio de sus reyes una águila en actitud de arrojarse sobre un tigre: mas llegaron los españoles, quienes mas astutos que los mexicanos, salieron vencedores, y sujeto cuanto á estos últimos les pertenecia á la ley de los vencidos, todo fué arrasado y demolido, para que ni el recuerdo de tanta grandeza nos quedara.

Hecha la conquista, Cortés hizo la division de las tierras entre sus oficiales y soldados, y los naturales del pais, y comenzó á edificarse la nueva ciudad, en la que el gusto de la arquitectura europea, succedió en los edificios al gusto azteca. El mismo edificó su casa en el lugar que hoy ocupa la que llamamos casa del estado, y que es perteneciente al duque de Monteleone su descendiente, y en donde antiguamente parece que estaba uno de los palacios de Mocteuczoma, próxima al gran templo. Se fundó la Catedral, (la antigua, pues esta es posterior) sobre las ruinas del templo mayor; cedió á los padres franciscanos, para que ubicasen su convento, el sitio en que lo vemos ahora, y que estaba ocupado ántes por el palacio que Mocteuczoma tenia destinado par la cria de aves; fundó la casa de la ciudad [la diputacion] bien que el edificio que ahora vemos sea posterior, y casi conformándose con la antigua division de la ciudad, y conservó los mismos cuarteles con sus nombres. Todos aquellos que participaron de la division de las tierras, comenzaron á hacer otro tanto, y muy pronto la antigua Tenochtitlán habia mudado casi del todo su aspecto. En 1523 dió Cárlos V por armas á México, á pedimento de los procuradores, un campo azul color de agua, que indica la laguna en que está edificada, con un castillo, en cuyo centro habia tres puentes, uno de los cuales estaba apoyado en el castillo, y los otros dos que no lo tocaban, tenian encima dos leones empinados, que asian con sus garras el castillo, significando la victoria de los españoles: dióle por orla en campo dorado las pencas del nopal con sus abrojos, como la representacion de la tierra. Poco á poco fueron haciéndose todas las fundaciones religiosas; y se puede asegurar que las mas antiguas son el convento ya citado de San Francisco, el de monjas de la Concepcion y el Hospicio de Jesus Nazareno, fundados por el mismo Cortés.

Siendo Fuenleal presidente de la audiencia en 1532 se aumentaron las novedades materiales de la ciudad, pues mandó este que en los arrabales se hiciesen de piedra los puentes que hasta alllí habian sido de vigas; mandó cegar la parte del lago que ocupaba el centro de la ciudad, y construir una plaza, que segun congeturo, fué la de Jesus, para que los naturales tuvieran en ella lo que ellos llamaban tianguiztli, y que nosotros corrompiendo la palabra, llamamos hoy tianguis, y construyó una especie de acueducto que hoy no existe, y que tenia por objeto conducir el agua de Tlaltelolco á los edificios y plazas públicas de la ciudad. En 1548, à peticion del procurador Alonso de Villanueva, le dió el emperador á México el título de muy noble, insigne y leal ciudad, título que en adelante usó en sus armas y escrituras, y por este año se comenzó la construccion del acueducto que hoy conduce el agua á la ciudad.

El año de 1580, sufrió México su primera inundacion, á consecuencia de la cual se pensó por primera vez en construir el desagüe de Huehuetoca: la segunda fué en 1604, y despues de este, el año siguiente se empedraron las calles, se limpiaron las acéquias y se construyeron las calzadas de Guadalupe, la Piedad, etc.: en 1607, en fin, fué la grande inundacion de México, á consecuencia de la cual se emprendió en el acto el célebre desagüe de Huehuetoca, del que daremos una descripcion y una historia separadas, y que como dice Humbold, es la obra hidráulica mas gigantesca que hayan emprendido los hombres. Siguió sufriendo México inundaciones, y embelleciéndose cada dia mas con nuevos edificios, hasta la época en que llegó de virey el conde de Revillagigedo, quien, como todos saben, con su rara diligencia puso á México casi en el estado en que hoy la vemos. Cegó la mayor parte de las acéquias, empedró de nuevo las calles, puso el alumbrado de toda la ciudad, y estableció, sobre todo, una policía regularizada que jamas habia habido en México, y que tanto ha contribuido en las mejoras que sucesivamente se han ido haciendo; y con su idea constante de embellecerla, pensó tambien en la destruccion del Parian, verificada últimamente; mas no la emprendió, porque pulsó los muchos inconvenientes que habia; inconvenientes que se atropellaron ahora.

Despues de este virey, muy pocos fueron los progresos que se hicieron en la parte material de la ciudad hasta la época de la independencia, en cuyo tiempo sufrió la última inunda

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