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Esta obra es propiedad del Autor; rige, por tanto, respecto de ella, lo dispuesto en el artículo 12 de

la Ley 32 de 1886, que dice así:

"Nadie podrá reproducir en todo ni en parte una obra sin permiso del autor."

Al Excelentisime Señor Presidente de la

República de Colombia

DOCTOR D. RAFAEL NÚÑEZ.

Respetuoso homenaje del Auter.

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PROLOGO.

Cuando los doctores Camilo A. Echeverri y Manuel Uribe Ángel escribían sus Estudios industriales sobre la minería Antioqueña en 1856, decían con mucha razón: "Entremos en el examen de los acontecimientos que se relacionan con la industria minera en el siglo presente, ya que los anteriores, esquivos y vacíos, tenebrosos é ignorantes, no dan asidero para el estudio.” Ciertamente, antes de la pùblicación de la primera edición de esta reseña histórica de las minas de Colombia, la ignorancia sobre todos los hechos anteriores que se relacionan con la minería, era general y poco menos que absoluta. Como casi nadie lee nuestras crónicas; como nuestros archivos sólo son consultados por lo común por los que tienen interés particular en ello, y nuestros libros de historia y de geografía no tratan sino incidentalmente y de paso estas cuestiones, no sabe el lector dónde encontrar noticia de ellas. Si quiere ilustrarse en las obras escritas por los extranjeros, se persuade pronto de que sus informes son escasos y con frecuencia erróneos. Aun en ocasiones estampan éstos dislates tales, que involuntariamente se ronríe uno al leerlos. Vayan algunos ejemplos para solaz de mis lectores.

En una obra francesa muy estimada, el Gran Diccionario universal del siglo XIX, de P. Larousse (1874), se lee esta frase: "El Perú proveyó solo por largo tiempo al mundo de oro y de plata." En el libro de Roswag, ingeniero de minas, Los metales preciosos considerados desde el punto de vista económico (París, 1865), leemos á la página 91:

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"Se citan minas importantes de oro en la Provincia de Antioquia, y de plata cerca de Guayaquil, sobre el grande Océa

no. En Honda, sobre la ribera izquierda del río Magdalena, á 110 kilómetros de Bogotá, se extrae una gran cantidad de oro, que proviene sobre todo de los valles de Mariquita y de Neira; entre las tres ciudades de Honda, Ambalema y Neiva, que son las más industriales del Estado federal de Cundinamarca, se exportan cerca de 450 kilogramos de oro por año ; salen por otra parte cerca de 22 á 23 millones de francos por Cartagena, ciudad y puerto de la Nueva Granada; otra parte bastante importante sale por Santa-Marta. Los ríos Chocó y Pinto arrastran igualmente oro, pero la explotación principal es de lentejuelas de platino........ Se encuentran, en fin, minas de oro y de platino en la Provincia de Barbacoas, hasta el Istmo de Panamá.”

Cuántos adefesios condensados en tan pocas líneas !

La Revue Bleue, de 23 de Enero de 1886, trae un artículo, Los Americanos en el Istmo de Panamá, firmado por C. de Varigny, del cual tomamos esta frase: "Colombia hace con los Estados Unidos é Inglaterra un comercio considerable; ella exporta cada año por valor de cerca de 25 millones de oro, de plata, de cobre, de platino y sobre todo de topacios y de esmeraldas, de que existen importantes yacimientos en las Provincias de Antioquia y del Tolima."

Cuando, movido por un sentimiento patriótico, quise llenar un vacío, que lamentaba hacía largo tiempo, no me arredró la dificultad de la empresa por la falta de datos y noticias, antes me sirvió de aliciente. ¡Es tan grato dejar la ancha ruta que todos recorren, para penetrar por entre el enmarañado bosque, siguiendo la senda que conduce á lo desconocido! ¡Qué fruiciones íntimas produce el descubrimiento de una fuente cristalina; de un arbusto raro; de una humilde florecilla, que os atrae con sus colores y su perfume; de un hacinamiento de rocas, dispuestas caprichosamente y con el arte que emplea la naturaleza; de una gruta donde nadie ha penetrado! Esos goces profundos del alma, que alientan al hombre pensador en su tarea, los he sentido cien veces. Ya era un error histórico que veía disiparse ante mis ojos; ya un hecho nuevo, interesante, que se me aparecía en toda su realidad; ya un personaje olvidado, con quien me pouían en relación los papeles que yacen

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