MEMORIA

DE LA SECRETARIA

DE

RELACIONES EXTERIORES Y CARTERAS ANEXAS.

1888.

San José, Costa Rica.

TIPOGRAFÍA NACIONAL.

Señores Diputados:

Tengo la honra de presentar el informe correspondiente á la Secretaría de Relaciones Exteriores y Carteras anexas, que están á mi cargo.

RELACIONES EXTERIORES.

Durante el año que ha pasado, las relaciones internacionales de Costa Rica con los países amigos han sido armoniosas, y el Gobierno ha puesto solícito empeño en cultivarlas con el mayor esmero.

En cuanto á las Repúblicas centroamericanas, me complazco en informar que no sólo se sostiene con ellas una inteligencia perfecta, sino que se aspira á establecer precedentes que permitan en lo futuro, por medios pacíficos y legales, el restablecimiento de la antigua unidad nacional.

Consignaron esa tendencia los tratados centroamericanos, firmados en Guatemala el 16 de febrero de 1887. De ellos se ocupó el Congreso en las últimas sesiones ordinarias, y á todos les dió su soberana sanción, exceptuando solamente el artículo 13 del Tratado de Extradición, que no fué aprobado. La Asamblea Legislativa de Guatemala aceptó también esos pactos, y la de Honduras les prestó igualmente su aquiescencia; pero á pesar de esas favorables circunstancias, la idea de aproximar en lo posible los destinos de las cinco Repúblicas, idea acariciada por la Dieta Centroamericana, está todavía lejos de realizarse.

En el Salvador ha sufrido modificaciones sustanciales el Tratado de Paz, Amistad y Comercio; y hasta la fecha, todavía se ignora el éxito que los tratados puedan tener en la República de Nicaragua.

Costa Rica, entre tanto, no ha dejado de prestar á este interesante asunto la atención que merece. En las anteriores sesiones del Congreso varios Señores Diputados, con patriotismo que los honra altamente, promovieron la iniciativa de una reforma constitucional, que tiene por objeto hacer practicables los tratados en toda su extensión.