Imágenes de páginas
PDF
EPUB
[merged small][merged small][merged small][merged small][ocr errors][ocr errors][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][graphic]

SEÑORES SENADORES Y DIPUTADOS:

En cumplimiento de una prescripcion constitucional, vengo á daros cuenta del estado de los negocios del Ministerio de R. E., cuya direccion tuvo á bien confiarme el Exno, señor Presidente de la República en los últimos meses del año anterior.

Nos hallamos en plena y perfecta paz con todas las Naciones, y diariamente recibimos testimonios de consideracion y de amistad.

Esta halagüeña situacion se debe á la lealtad, franqueza y circunspeccion de la política argentina, á la práctica sincera de nuestras instituciones liberales en la parte que se relaciona con la política exterior, á la garantía eficaz que entre nosotros encuentra el trabajo y el capital extrangero, y á la exactitud y severidad con que cumplimos nuestros compromisos internacionales.

Concurre tambien á cimentar estas cordiales relaciones la deferencia y actividad con que este Ministerio atiende y resuelve las gestiones ordinarias del numeroso y distinguido Cuerpo Diplomático que se halla acreditado ante nuestro Gobierno.

Refiriéndome en especial á las Naciones a nericana

[ocr errors]

á las que estamos vinculados por otro órden de intereses mas estrechos é inmediatos, las relaciones de amistad que con ellas mantenemos estriban en las recíprocas conve. niencias, y en la confianza que nuestra política franca y generosa ha debido inspirarles.

La política argentina se ha distinguido siempre por su ámplia buena fe y por su proverbial desprendimiento

Esa ha sido la base de nuestras relaciones con los Gobiernos sud-americanos, durante las gloriosas luchas de nuestra emancipacion, y despues que asumimos el rol de Nacion libre é independiente.

dad.

Hechos de pública evidencia comprueban esta ver

Hemos mantenido, y mantenemos aún pendientes, cuestiones de límites con algunos Estados vecinos. Las teníamos con el Brasil, cuando estalló la guerra del Paraguay; las teníamos con Chile, al iniciarse la guerra del Pacífico y las teníamos con Bolivia durante este mismo período.

Una política menos generosa habria aprovechado los momentos de conflicto, en que se han encontrado estos Estados, para precipitar, bajo la presion de circunstancias difíciles, la solucion de las cuestiones pendientes; pero el Gobierno Argentino, inspirándose en los sentimientos bien conocidos del pueblo de la República, ha paralizado mas bien el curso de esas gestiones durante esas situaciones penosas, porque confia mas en la justicia de sus derechos que en el favor de las circunstancias del momento.

Estos son, pues, los rumbos marcados por nuestra

política en sus relaciones con las Naciones vecinas. Ellos no pueden inspirar sino la mayor confianza en sus propósitos y fundar una cordialidad sincera.

Si á esto se agrega la estricta neutralidad y la discreta abstencion que ha observado en las complicaciones internas y esternas porque han pasado las naciones vecinas, se comprenderá que la República Argentina solo anhela el mantenimiento de la paz bajo la base del recíproco respeto de los derechos de todos.

Entrando en otro órden de ideas, considero oportuno traer a juicio del H. Congreso la evidencia de un hecho, que influye directamente en el mantenimiento de las buenas relaciones con las primeras potencias europeas.

Las transacciones comerciales, abriendo cada dia nuevos mercados en aquel continente para nuestros productos, y en la República para las manufacturas extrangeras, contribuyen á ligar á los pueblos por el vínculo poderoso de los intereses materiales.

Estos adelantos del comercio se hacen constar anualmente en las estadísticas, poniendo de manifiesto las ventajas obtenidas y alentando nuevas empresas, que atraidas por las seguridades que ofrece nuestro pais al hombre y al capital extrangero, se dedican á fomentarlas

Mucho influyen, y aún puede decirse que son cau. sa principal de esta evolucion, las leyes fundamentales y reglamentarias, fielmente observadas, en órden á las

« AnteriorContinuar »