Corres sereno, y majestuoso, y luego en ásperos peñascos quebrantado, te abalanzas violento, arrebatado, como el destino irresistible y ciego. Annales - Página 1931907Vista completa - Acerca de este libro
| José Manuel Carbonell - 1928 - 342 páginas
...la inspiración Torrente prodigioso, calmo,, acalla, tu trueno aterrador Corres sereno y majestuoso, y luego en ásperos peñascos quebrantado te abalanzas...arrebatado, como el destino irresistible y ciego. Mil olas devora los torrentes despeñados: Crúzanse en él mil iris, y asordados vuelven los bosques el fipgor... | |
| José Manuel Carbonell - 1928 - 366 páginas
...su fiereza en mi alma no dejara la profunda impresión que tu grandeza. Corres sereno y majestuoso, y luego, en ásperos peñascos quebrantado, te abalanzas...arrebatado, como el destino irresistible y ciego. i Qué voz humana describir podría de la sirte rugiente la aterradora faz? El alma mía en vagos pensamientos... | |
| Carlos Alberto Montaner - 2003 - 432 páginas
...de vocablos altisonantes alude al estruendo de la caída de las aguas: Corres sereno y majestuoso, y luego En ásperos peñascos quebrantado, Te abalanzas...arrebatado, Como el destino irresistible y ciego. ¿Hay buena ficción en el neoclásico latinoamericano? Por supuesto. Al mexicano José Joaquín Fernández... | |
| Emilia Bernal - 1928 - 336 páginas
...canto a la Naturaleza, sus melancolías eternas de Patria, amor y gloria: Sereno corres, majestuoso, y luego en ásperos peñascos quebrantado te abalanzas...arrebatado, como el destino, irresistible y ciego. ¿Qué voz humana describir podría de la sirte rugiente la aterradora faz? El alma mía en vago pensamiento... | |
| Emilia Bernal - 1928 - 334 páginas
...canto a la Naturaleza, sus melancolías eternas de patria, amor y gloria: Sereno corres, majestuoso, y luego en ásperos peñascos quebrantado te abalanzas...arrebatado, como el destino, irresistible y ciego. ¿Qué voz humana describir podría de la sirte rugiente la aterradora faz? Cl alma mía en vago pensamiento... | |
| 364 páginas
...su fiereza en mi alma no dejara la profunda impresión que tu grandeza. Corres sereno y majestuoso, y luego en ásperos peñascos quebrantado, te abalanzas...arrebatado, como el destino irresistible y ciego. ¿Qué voz humana describir podría de la sirte rugiente la aterradora faz ? El alma mía en vagos... | |
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